Es curioso el manantial

Las respuestas nos llegan de muchas formas.

La decepción es una de las más comunes sin antes haber formulado la pregunta. Es lo que esperas el alimento de la comparación, sin saber que uno de los estímulos más importantes es ser mejor que yo. Pero, ¿quién eres tú? Si no te piensas difícilmente sabrás a dónde vas. Estarás a merced de las intenciones y limitaciones de los demás. Es cierto, aprendemos por imitación, que nos enriquecemos de los testimonios, aunque no siempre hacemos el procedimiento del ¿POR QUÉ?.

Es curiosa la fuente que mana y corre, no pregunta. Estamos tan preocupados de ser correspondidos que nos apegamos a lo más mínimo, impidiendo que la realidad siga su curso. La mochila pesa tanto, que es imposible hacer camino. Si no te liberas será complicado adaptarte a la oscilación de lo que sucede con lo que deseas.

Una de las lecciones más importantes es saber discernir sobre qué necesito para ser yo, dejando una huella imitable, que sacie la necesidad de quienes se acercan al manantial.

Ya lo sé, las palabras poco tienen que ver con la realidad si solo te quedas con lo efímero. Sin comprensión es difícil que el conocimiento emerja a través del caño de la fuente. Espero que llegues al mar, pues has sido pensada/o para ser feliz a pesar del curso de tu historia.

 

Juan José González-Albo.

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